CARROTO ROBERTO / CALOMA DANIEL
Diciembre de 1808. Han pasado cuatro meses
desde que el pueblo de Zaragoza consiguiera la
gesta de repeler una vez tras otra los ataques del
poderoso ejército de Napoleón. Tiempo insuficiente
para recuperarse de las heridas arquitectónicas
y personales. Sabedores que tamaña afrenta no
haría sino espolear las ansias del emperador de
Francia por conquistar la capital aragonesa, todos
los protagonistas que lograron sobrevivir al primer
asedio se han preparado en la medida de lo posible.
Pero ninguno de ellos estaba preparado para la terrible combinación de factores que sobrevendría en las duras semanas de invierno. El segundo sitio estaba a punto de comenzar...